1. Cosmovisión de la Cultura Azteca

La cosmovisión azteca estaba profundamente conectada con la naturaleza y los ciclos de vida, muerte y renacimiento. Creían que el universo estaba regido por fuerzas divinas y que los humanos tenían la misión de mantener el equilibrio cósmico a través de rituales y sacrificios. Los aztecas veían al mundo como un lugar donde los humanos, dioses y la naturaleza estaban interrelacionados, y el destino de cada individuo estaba influenciado por los astros y los dioses desde el momento de su nacimiento.

2. Los Cinco Soles (Cinco Eras de Creación y Destrucción)

La mitología azteca enseña que el mundo ha pasado por cinco eras o "soles," cada una con su propio ciclo de creación y destrucción, controlada por un dios diferente:

  • Primer Sol (Jaguar): Gobernado por el dios Tezcatlipoca. Los gigantes habitaban la tierra, pero los jaguares, enviados por el dios, los destruyeron.
  • Segundo Sol (Viento): Gobernado por Quetzalcóatl. La humanidad fue destruida por poderosos huracanes, y los sobrevivientes se convirtieron en monos.
  • Tercer Sol (Lluvia de Fuego): Gobernado por el dios de la lluvia, Tláloc. Este sol terminó con una lluvia de fuego, y los humanos sobrevivientes se transformaron en aves.
  • Cuarto Sol (Agua): Gobernado por Chalchiuhtlicue, diosa del agua. La tierra fue inundada y los humanos sobrevivientes se convirtieron en peces.
  • Quinto Sol (Movimiento): Este es el sol actual, gobernado por Huitzilopochtli, el dios del sol y la guerra. Según la profecía, el mundo terminará por terremotos y desastres naturales.

Cada sol representa una era en la que los dioses debían sacrificarse para crear y sostener la vida en el mundo. Para los aztecas, el universo existía en un equilibrio frágil que debía mantenerse con ofrendas y sacrificios humanos.

3. Creación de la Tierra

Según los aztecas, la creación de la tierra involucra a los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca. Al principio, existía un monstruo primordial llamado Cipactli, que habitaba en el caos primigenio. Para crear la tierra, los dioses decidieron transformarse en serpiente y Jaguar partieron el cuerpo de Cipactli. De su cuerpo nacieron los cielos, las montañas, los ríos y los valles. Este acto simboliza el sacrificio, un concepto central en la cosmovisión azteca.

4. La Vida Después de la Muerte

La concepción azteca de la vida después de la muerte dependía de cómo moría una persona, lo cual determinaba su destino en el más allá:

  • Mictlan (Inframundo): Era el destino de quienes morían de causas naturales. Para llegar al Mictlan, el espíritu tenía que pasar por nueve niveles llenos de obstáculos, hasta finalmente alcanzar el descanso eterno.
  • Tlalocan (Lugar de Tláloc): Los que morían por causas relacionadas con el agua (como ahogados) o enfermedades asociadas con Tláloc, el dios de la lluvia, iban a este paraíso lleno de abundancia.
  • Tonatiuh Ilhuicatl (Casa del Sol): Los guerreros muertos en batalla, las mujeres fallecidas durante el parto y aquellos sacrificados al sol iban a este lugar, donde acompañaban al dios Tonatiuh en su recorrido diario. Esto era considerado un destino glorioso.
  • Chichihuacuauhco: Era un lugar especial para los niños fallecidos, donde eran cuidados hasta que su espíritu pudiera regresar al mundo en el futuro.

Cosmovisión Maya

1. Concepto de Cosmovisión Maya

La cosmovisión maya se refiere a la forma en que los mayas entendían el universo y su lugar en él. Para ellos, el cosmos estaba interconectado por dimensiones espirituales y naturales que abarcaban la vida cotidiana, la naturaleza, y el mundo sobrenatural. Creían que la vida era un ciclo constante de muerte y renacimiento, lo cual se reflejaba en sus rituales y prácticas agrícolas.

2. El Orden del Universo: Tres Planos de Existencia

Los mayas estructuraban su universo en tres planos: el inframundo (Xibalbá), el mundo terrenal y el mundo celestial. Cada plano estaba habitado por distintos seres y deidades, siendo el inframundo el lugar de los ancestros y los dioses de la muerte, mientras que en el mundo celestial vivían los dioses creadores. Esta división determinaba sus prácticas rituales y la construcción de templos y ciudades.

3. La Relación entre Seres Humanos y Deidades

La conexión con las deidades y el respeto por la naturaleza eran fundamentales en la vida maya. Los mayas realizaban rituales y ofrendas a los dioses para mantener el equilibrio del cosmos y garantizar buenas cosechas y protección. La observación de los astros también era crucial para la agricultura y el tiempo, y el calendario maya, con sus ciclos sagrados, reflejaba esta integración entre el ser humano y el universo.